Los síntomas de abstinencia de nicotina son diferentes para cada fumador. Cada fumador se siente diferente cuando tiene los síntomas de abstinencia.
Los síntomas de abstinencia más comunes son:
- Tener antojos de fumar
- Sentirse desanimado o triste
- Tener dificultad para dormir
- Sentirse irritable, nervioso o de mal humor
- Tener dificultad para pensar con claridad y concentrarse
- Sentirse inquieto y ansioso
- Tener frecuencia cardíaca más lenta
- Tener más apetito o aumentar de peso
Es posible que los síntomas se presenten unos días más fuerte que en otros. Con el tiempo, los síntomas y los antojos desaparecerán siempre y cuando no fume. Los medicamentos y un cambio en su rutina pueden ayudarle a manejar los síntomas de abstinencia.
Antojos de fumar
Para muchos fumadores, los antojos de fumar duran mucho más que otros síntomas de abstinencia. Muchas personas se sorprenden cuando a veces tienen antojos sin aviso. Los antojos se pueden presentar cuando se acuerda de fumar. Estos recordatorios a menudo se les llama desencadenantes. Las personas, los lugares y las cosas pueden desencadenar un antojo. Por eso, es importante planear cómo manejar un antojo para cuando éste llegue.
La buena noticia es que la mayoría de los antojos duran sólo 15-20 minutos. Encontrar maneras de superar ese corto tiempo es una parte importante para poder manejar los antojos. Cualquier cosa que pueda distraerlo y mantenerlo ocupado puede ayudarlo. Permanecer activo también puede funcionar. Un paseo de 15 minutos puede ayudarle a distraerse hasta que se le pase el antojo. La mayoría de los fumadores que prueban el tratamiento de reemplazo de nicotina lo encuentran útil para controlar la abstinencia y manejar los antojos.
La abstinencia de la nicotina no es peligrosa
La abstinencia puede ser difícil y algunas personas pueden sentir más los síntomas que otras. Pero la abstinencia de la nicotina no es peligrosa para su salud. Al contrario, dejar de fumar es lo mejor que puede hacer por su salud. Incluso los síntomas extremos de abstinencia desaparecen con el tiempo.
Algunas personas se sienten melancólicos después de dejar de fumar. Esté atento a esto, especialmente si alguna vez ha tenido depresión. Si se deprime o siente mucha tristeza, dígale a un amigo o familiar y considere hablar con su médico.